domingo, 30 de enero de 2011


Liberen Abigail Fox

domingo, 30 de enero de 2011
En que mundo vivimos, no lo puedo creer.
Resulta que hace tan solo unos días, una abnegada maestra de secundaria en Santa Fe, Nuevo México, fue acusada de abusar de uno de sus estudiantes, a quien encerró en una jaula.

Las viejas chismosas y espantadas de todo el mundo naturalmente ya salieron a llorar por la "víctima", quien se vio atrapado durante "angustiosos" 10 0 15 minutos, hasta que pudo romper la puerta de su jaula, y desde luego, a exigir castigo para la maestra.

Yo como experto en Pedagogía y Lingüistica que soy (pinche Noam Chomsky, hasta el me hace los mandados) no puedo sentirme mas indignado ante la forma en que se pretende linchar a esa pobre mujer, la maestra Abigail Fox.

"es una maestra estupenda y nos enseña todo, y de todo", así dijeron algunos de sus estudiantes que pidieron guardar el anonimato

Los hechos ocurrieron cuando nuestra insigne profesora trataba, como todos los días, de enseñarle a la juventud norteamericana que no por pertenecer a minorías étnicas estaban condenados a no tener futuro, al contrario, gracias a la sensibilidad e interés de los gobiernos locales e incluso el federal, hay mil cosas que podrían hacer, además de prostituirse, vender droga o asaltar licorerias cuando crezcan: trabajar de cajeros en McDonald's, limpiando baños en Starbucks, preparando el "relleno para tacos" que usan en Taco Bell, entre muchas otras bien remuneradas y gratificantes labores.

Pero desde luego, nunca falta el revoltoso de la clase, quien como es un blanco diabólico, no permite que sus compañeritos aprendan.
En este caso se trató de un pinche chamaco embustero, revoltoso y grosero, cuya familia de supremacistas blancos no le ha enseñado a respetar a nadie, por lo que día tras día se dedicaba a hacerle la vida imposible a la pobre maestra.

Tras una serie de fechorías, entre las que se cuentan quemar una cruz frente a la banca de un niño negro, entregar un corazón de vaca en un paquete de cumpleaños a un niño cuya madre murió esperando un transplante y llegar vestido de nazi a la fiesta de cumpleaños de la abuelita de una niña judía, la maestra no soportó un día mas de sus insolencias y decidió castigar al angelito, el cual por cierto ya tiene 15 años, edad mas que suficiente para responder por tus actos.
Con la ayuda del resto de la clase (quienes se sentían tan agraviados como la profesora), procedieron a encerrarlo en una jaula, como la bestia que es, hasta que se le quitara lo imbécil o muriera intoxicado por las sustancias que ahí guardaban.

Ahora, por hacer justicia y mostrarle a los niños la democracia en acción (no olviden que fue decisión colectiva encerrar al chamaco), no solo quieren suspender a esta buena maestra, sino abrirle una investigación criminal por sus acciones, cuando debería ser condecorada y los padres del adolescente azotados en público para que aprendan a educar a sus hijos, o de preferencia, esterilizados de una buena vez, para asegurar que gente despreciable como ellos no continúen esparciendo su semilla por el mundo.

Desde aquí hacemos una enérgica protesta y exigimos que se limpie el nombre la maestra Abigail Fox.



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